La otra cara del perfeccionismo - Psicólogo en Las Palmas

La otra cara del Perfeccionismo

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Constantemente nos bombardean para mejorar nuestro rendimiento desde el día en que nacemos. Durante toda nuestra vida somos evaluados por padres, profesores, parejas, amigos y un sinfín de personas.  Normalmente nos castigan cuando cometemos errores e incluso, en ocasiones, somos sancionados sin haberlos cometidos.

Cuando éramos niños, si las calificaciones escolares no llegaban a los estándares de nuestros padres o profesores, éramos castigados. En la edad adulta, nuestros jefes esperan un alto rendimiento de nosotros, recompensando los objetivos requeridos o amenazando con represalias si no llegamos a éstos. Además de esta presión externa, muchas personas se esfuerzan constantemente para lograr las metas que sienten dentro de ellas mismas. El deseo de incrementar nuestro rendimiento o alcanzar grandes objetivos no es lo mismo que ser perfeccionista, ya que este deseo interno de superar ciertas metas es lo que nos ayuda a rendir de manera eficaz en nuestra vida.

Pero entonces ¿qué es el perfeccionismo? En el siguiente bloque explicaremos cuál es la diferencia entre el deseo de alcanzar los citados objetivos y el perfeccionismo disfuncional.

¿Qué es el perfeccionismo?

El prestigioso psiquiatra David Burns define a los perfeccionistas como personas “cuyos estándares se encuentran mucho más allá del alcance o la razón” y “que se fuerzan de manera compulsiva y crónica en conseguir metas imposibles y que miden sus propios méritos en relación con su productividad y sus logros”. Este especialista señalaba también que, para estos individuos, la autodeterminación para actuar con corrección puede causar una disminución en su rendimiento.

Los investigadores Paul Hewitt y Gordon Flett aseguran que existen tres tipos de perfeccionismo:

  1. El perfeccionismo orientado a uno mismo se da cuando una persona se marca estándares imposibles de lograr. Estos estándares tienden a estar asociados a la autocrítica y a una imposibilidad para aceptar los propios errores y faltas.
  2. El perfeccionismo asociado a los demás es la tendencia a exigir que los demás cumplan unos estándares altos e imposibles. Las personas que manifiestan este tipo de perfeccionismo suelen ser incapaces de delegar tareas.
  3. El perfeccionismo prescrito socialmente se manifiesta cuando la persona presenta una creencia exagerada de que los demás tienen unas expectativas acerca de ella imposibles de cumplir. Además, están convencidas de que estas expectativas han de ser cumplidas para obtener la aprobación de los demás.

Una vez entendido el concepto, vamos a enumerar algunas de las posibles causas que predisponen a una persona a esta característica que, como veremos más adelante, puede dificultar el desarrollo pleno del individuo.

Causas del perfeccionismo

Psicólogos e investigadores afirman que existe una predisposición genética para el perfeccionismo, pero además de la carga genética de un individuo, el entorno en que nos desarrollamos ejerce una poderosa influencia sobre nuestra personalidad. Se han encontrado diversas causas que contribuyen al desarrollo de la personalidad perfeccionista:

  1. Crecer en un ambiente en el que se reciben elogios constantemente puede provocar que nuestra autoestima dependa mucho de ellos, con lo que nos sometemos a una presión extra<