El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de la ansiedad, y por lo tanto se caracteriza por sensaciones de miedo, angustia y estrés. Esto supone un problema para la vida diaria y repercute negativamente sobre el bienestar de la persona en prácticamente todos los ámbitos.
“Estoy fregando en la cocina y otra vez ese pensamiento se mete en mi cabeza “tienes que contar cuántas veces parpadeas”. Quizás tengo que hacerlo para que no pase nada malo, o simplemente porque mi cabeza me obliga a hacerlo. No soy capaz de controlar mis pensamientos, estoy loco, y ahora voy a estar contando cada vez que parpadeo sin poder parar. Estoy totalmente fuera de mi control, esto es una tortura. Esto es lo que más me preocupa de mi trastorno: por más que lo intente, no puedo controlar mi cabeza, y yo no puedo hacer nada para pararla. Tengo miedo de que algún día sea así, que mi cabeza tome el control de forma definitiva y me vuelva loco…”
El TOC tiene un patrón de pensamientos, ideas, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que invaden la conciencia y son vividos como repugnantes o sin sentido (obsesiones). Las obsesiones hacen que el individuo tenga comportamientos repetitivos y aparentemente finalistas, que se realizan según determinadas reglas de forma estereotipada (compulsiones). Las compulsiones se realizan junto con un deseo de resistirse, por lo menos inicialmente, y están destinadas a reducir la ansiedad provocada por las obsesiones. Este ciclo obsesión-compulsión interfiere en las actividades diarias y causa mucha angustia.
Este trastorno se caracteriza porque combina los síntomas de la ansiedad con el déficit de control de impulsos.
Un ciclo que perpetúa el malestar
Cuanto más se repitan estos ciclos de obsesión-compulsión, el trastorno llega a tomar el control de la vida del individuo, al igual que lo hacen las adicciones. Repetir este ciclo hace que la ansiedad se mantenga, ya que la persona anticipa la aparición de los pensamientos o imágenes intrusivas, y sabe que las conductas compulsivas escapan a su voluntad. En ese momento entran en un bucle de acción y reacción del que es cada vez más difícil escapar.
Obsesiones más frecuentes
Los pensamientos, impulsos o imágenes repetidos, persistentes e indeseados, que habitualmente se dan en personas con TOC son:
- Temor a la suciedad o a contaminarse
- Obsesión por defectos físicos que afean su imagen corporal
- Obsesión por el orden, el paso del tiempo o las sensaciones corporales
- Pensamientos agresivos o macabros sobre hacerse daño o lastimar a otros
- Pensamientos sobre gritar obscenidades o actuar de manera inadecuada
- Imágenes o pensamientos indeseados respecto a la propia escala de valores (agresivos, religiosos o sexuales)
Compulsiones más frecuentes
Estos comportamientos repetitivos (que también pueden ser actos mentales) tienen como fin prevenir o reducir la ansiedad relacionada con las obsesiones o evitar que algo malo suceda. La más conocidas son:
- Lavarse las manos constantemente, llegando a hacerse daño
- Acumular objetos compulsivamente
- Verificar numerosas veces que las puertas están cerradas
- Ordenar los objetos siguiendo un determinado orden
- Verificar que las luces, o la estufa está apagada
- Contar mentalmente siguiendo determinados patrones
- Repetir en voz baja una oración, una palabra o una frase a modo de mantra
- Diferentes niveles de gravedad
Características del Trastorno Obsesivo Compulsivo
No es habitual, pero a veces se dan obsesiones sin compulsiones, y al contrario. Pero suele ser en apariencia, si se evalúa en profundidad, suelen darse compulsiones mentales y pensamientos o imágenes relacionadas.
En general, el Trastorno Obsesivo Compulsivo se inicia en la juventud o adolescencia, y de manera gradual. Los síntomas varían en cuanto a gravedad durante el ciclo vital. Por lo general, empeoran tras episodios de estrés intenso. En ocasiones, el TOC puede tener síntomas leves que no impiden llevar una vida satisfactoria, o puede ser tan grave y prolongado que incapacita. Se considera que el TOC es un trastorno crónico, lo que significa que las personas tendrían que convivir con él durante toda su vida. La buena noticia es que con un tratamiento adecuado, los síntomas se pueden reducir y controlar en gran medida, lo que garantiza una mejoría sustancial en la calidad de vida de las personas que lo padecen.
Tratamiento para el Trastorno Obsesivo Compulsivo
Según la mayoría de los estudios realizados al respecto, la terapia más eficaz para el TOC es la cognitivo-conductual. El TOC tiene una parte cognitiva, que consiste en la obsesión (pensamientos o imágenes intrusivas) y otra parte conductual, que es la compulsión (acción o pensamiento que pongo en marcha para disminuir la ansiedad). Por lo tanto, un estilo de terapia, como la cognitivo-conductual, que actúa sobre estos dos aspectos, será la ideal.
Hay una técnica específica llamada Exposición con Prevención de Respuesta que se basa en la corriente cognitivo-conductual. Es de gran utilidad clínica y ha manifestado ser beneficiosa para el tratamiento de diversas patologías vinculadas a la ansiedad, especialmente el TOC. El objetivo de este procedimiento es la modificación de los patrones de conducta procedentes de cogniciones, emociones o impulsos aversivos.
Su funcionamiento se basa en la idea de exponer al individuo de manera deliberada a la situación generadora de malestar, a la vez que se previene o impide la conducta problemática que dichas situaciones suelen desencadenar. Lo que se busca es que la persona experimente la ansiedad o sensación de malestar correspondiente y sea capaz de afrontarla hasta que se reduzca de forma natural, sin realizar la conducta problema. Hay que recordar