TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA Y DE LA INGESTA DE ALIMENTOS
Los trastornos de la conducta alimentaria, o trastornos de la alimentación, son una serie de comportamientos y creencias sobre la comida y la imagen corporal. Quienes lo padecen alteran sus hábitos de alimentación de tal manera, que provocan consecuencias nefastas para su salud.
Si bien es cierto que estos trastornos suelen manifestarse a edad temprana (adolescencia comúnmente) pueden surgir a cualquier edad. Asimismo, al principio, suelen pasar desapercibidos para quienes están cerca e, incluso, para los que conviven con el afectado.
Como hemos podido observar en anteriores artículos, hay trastornos que afectan a un sector de la población más que a otros. En el caso de los trastornos alimentarios, es más frecuente que se manifiesten en mujeres, que en hombres.
Sea quién sea el que padezca estos trastornos, lo importante es ser conscientes de la gravedad del asunto. Además de los problemas emocionales y psicológicos, los trastornos de la alimentación pueden ocasionar afecciones digestivas, óseas, en dientes y boca e, incluso, en el corazón. En muchos casos daños pueden llegar a ser irreparables. Si creemos padecer alguno de éstos o conocemos a alguien que esté sufriéndolo, lo mejor es acudir a un especialista.
¿Cuáles son los trastornos alimenticios más comunes?
ANOREXIA NERVIOSA
La anorexia nerviosa, comúnmente anorexia, es un trastorno potencialmente mortal. Las personas que la padecen tienen una obsesión extrema por no engordar. Hacen todo lo posible por controlar el peso y la imagen corporal (siempre distorsionada). No sólo se limitan a evitar comer, sino que realizan ejercicio compulsivo, vomitan e ingieren laxantes y/o suplementos dietéticos.
Estos esfuerzos por bajar de peso, incluso cuando la persona está ya excesivamente delgada, causan problemas severos de salud. Algunos de ellos, los comentamos en el siguiente bloque.
¿QUÉ COMPLICACIONES CAUSA LA ANOREXIA?
Cuando la desnutrición evoluciona, aparece la caída del cabello, la amenorrea (en mujeres), la sequedad en la piel y otros desequilibrios hormonales.
A causa de la reducción de la densidad ósea (osteoporosis), los huesos se debilitan y se tornan frágiles. Hay pérdida muscular, sensación de desmayo, fatiga, debilidad generalizada y deshidratación que puede provocar, incluso, un fallo renal.
Debido al intento de mantener el calor corporal, en muchos casos suele aparecer el lanugo, una capa fina de vello en cuerpo y rostro.
Este trastorno no sólo afecta a la salud física, la mental también se ve perjudicada. Estos desórdenes contribuyen a los problemas psicológicos y emocionales. Puede aumentar la baja autoestima y el aislamiento social provocado por la evitación de ser vistos y/o juzgados. Asimismo, existe la posibilidad de padecer, de forma simultánea, otros trastornos como la depresión y la ansiedad.
BULIMIA NERVIOSA
La bulimia nerviosa, comúnmente bulimia, es un trastorno grave que debe ser controlado desde que aparecen los primeros síntomas. La persona que sufre este desorden presenta episodios de atracones y purgas. Según el DSM-V, nos enfrentamos a este trastorno cuando se producen, mínimo, una vez a la semana durante tres meses.
El atracón se caracteriza por la ingesta desbocada de alimentos y la falta de control sobre lo que se consume. Durante el episodio, la cantidad deglutida es claramente superior a la que una persona ingeriría en circunstancias similares. Asimismo, existe un descontrol acerca de la cantidad ingerida en ese periodo.
Después de un episodio de atracón, aparece la sensación profunda de culpa. Ésta conduce a la práctica de conductas purgativas tales como el vómito provocado, el uso de laxantes o los diuréticos. También se puede realizar ejercicio físico intenso para mitigar las consecuencias del atracón anterior.
Al igual que en la anorexia nerviosa, la persona que padece este trastorno tiene obsesión por no engordar. Dado que su autoestima y valoración personal está muy condicionada a su imagen corporal, sufre gravemente si aumenta de peso.
¿QUÉ COMPLICACIONES CAUSA LA BULIMIA?
Como hemos visto con la anorexia, estos trastornos provocan problemas de salud graves y, en muchas ocasiones, irreversibles.
La persona que padece bulimia puede presentar caries o pérdida de piezas dentales a causa de los ácidos estomacales. Debido a estos mismos ácidos, generados por el vómito, se inflama el esófago y puede, incluso, haber rotura de éste. Asimismo, podemos hablar de úlceras pépticas, pancreatitis, movimientos intestinales irregulares, ruptura gástrica, etc.
Una vez más, no hablamos sólo de las secuelas físicas, sino que las psicológicas también hacen mella en el aquejado. La baja autoestima, el aislamiento social, la ansiedad y otros padecimientos que requieren la ayuda de un profesional.
TRASTORNO POR ATRACÓN
A diferencia de la bulimia nerviosa, el trastorno por atracón no presenta conductas compensatorias. Si bien es cierto que se dan episodios de ingesta incontrolada de alimentos, no se provoca el vómito, por ejemplo.
A diferencia de una persona con bulimia, después de un atracón, no sueles vomitar, usar laxantes ni hacer ejercicios físicos en exceso para compensar las calorías adicionales
En el DSM-V estos episodios de ingesta descontrolada de asocian a tres o más, de los siguientes hechos:
- Ingerir grandes cantidades