¿Has oído hablar de la terapia de aceptación y compromiso? Aunque nació hace más de dos décadas, su popularidad es reciente, quizás porque ahora nos encontramos en el momento histórico, humano y social oportuno para recibirla. Quédate y te cuento por qué.
Terapias de tercera generación
Durante la última parte del siglo XX, la psicología fue testigo de la aparición de las Terapias de Tercera Generación, caracterizadas por focalizar sus objetivos en conceptos diferentes de los de sus predecesoras (conocidas como de primera y segunda generación).
Las antiguas terapias se centraban en luchar contra los síntomas, porque lo más importante era encontrar el antídoto para eliminarlos, y conducir al paciente hacia pensamientos y conductas más adaptativos. En cambio, las terapias de tercera generación proponen encontrar la solución en el propio problema.
Estamos acostumbrados a vivir inmersos en una carrera continua donde hay una única manera de competir: adaptarse a las normas establecidas. Aceleramos al máximo, y trazamos bien las curvas siempre enfocados en llegar a una meta plagada de éxito.
Siguiendo con esta idea, nos comportamos como coches de Fórmula 1. Y si durante la competición nos sentimos mal, estamos cansados, desmotivados o perdemos energía, entramos en boxes. Parcheamos las ruedas, echamos más gasolina en el depósito, limpiamos la carrocería y seguimos corriendo.
Una terapia que propone otra forma de vivir
Desde hace un tiempo se percibe en el ambiente el aroma a cambio. Muchos queremos aprehender de forma plena y consciente todos los aspectos de la vida, aceptándolos.
Es posible que ahora mismo te encuentres en esta situación. Pensando en elegir tu modelo de vida, y preparándote para vivirla como un camino holístico en el que se aúna todo, lo bueno y lo malo.
En la vida hay momentos de felicidad y de sufrimiento, y ambos aspectos unidos constituyen una existencia completa. Aunque ninguno queremos pasarlo mal, eliminar el sufrimiento de la ecuación puede significar eliminar una parte del camino necesario para obtener lo que quieres. Hazte la siguiente pregunta: ¿Qué será mejor, renunciar al amor para no sufrir jamás por su causa, o sufrir por no experimentarlo nunca?
¿Cómo te ayuda la terapia de aceptación y compromiso?
Empezamos por los cimientos, asumiendo esa parte buena y mala de la que hablábamos. Cuando lo consigues, estás preparado para entender que no puedes dominarlo todo.
Para conocer un poco más la terapia de aceptación y compromiso, pensemos en la vida como sucesivas obras de teatro con escenarios, protagonistas y actos.
Aceptación
Son los cimientos de la terapia. Aceptar lo mejor y lo peor de tu vida va a ayudarte en muchos aspectos. Si dejas de lado las conductas evitativas que utilizabas como escudo contra el sufrimiento, ganas consciencia y ves todo con mayor claridad. Aprecias lo que tienes, lo que te estabas perdiendo, e identificas los valores que quieres en tu vida. De no hacerlo así, pueden entrar rápidamente escena otro tipo de trastornos (ansiedad, depresión).
Rompe la Fusión Cognitiva
En la cabeza de cada uno de nosotros vive un apuntador. Está escondido en ese estrecho espacio entre el escenario y el patio de butacas.
Es una voz que nos acompaña siempre susurrando en nuestro oído (muy relacionada con las distorsiones cognitivas). Ella nos dice qué opinar y cómo actuar. Además, siempre tiene a mano una tabla de valores para definir cómo vemos las cosas.
Al final, nos acostumbramos tanto a seguir su voz que dejamos de crear nuestras propias frases, y asumimos como cierto todo lo que el apuntador susurra.
Aprender a relacionarte con los recuerdos de otra forma te ayuda a seguir en escena y a vivir las situaciones de otra forma. No escuches siempre al apuntador, e intenta ver las cosas desde otra perspectiva.
Conecta con el presente
Estás en el escenario. Te toca representar un nuevo acto, pero no puedes parar de pensar en cómo actuaste en el anterior, ni en cómo lo harás en el siguiente. Juzgas tu comportamiento pasado y te adelantas al futuro.
Olvídalo. Respira hondo y despeja tu mente. Cuando los focos se encienden, lo único que importa es el aquí y el ahora. En esta parte, la práctica del mindfulness puede enseñarte a experimentar plenamente el presente.
Auto observación
Aprende a observarte a ti mismo y observa lo que te rodea. Solo de esta forma serás consciente de quién eres y cómo eres. Prepárate para desempeñar el papel que realmente deseas.
Valores
Todo lo que hemos dicho hasta ahora son páginas que transcurren directas a un punto y aparte: comprender y adoptar los valores que eliges como guías de tu existencia.
Acciones comprometidas con tus valores
Llega el epílogo. Es necesario para atar posibles cabos sueltos del argumento. Ya queda poco, y ahora es más importante que nunca que actúes definiendo el espíritu de tu personaje. Márcate objetivos acordes a tus valores, y sigue escribiendo tu vida para llegar a cumplirlos.
En mi labor como psicólogo desarrollo todo tipo de terapias que adapto a las necesidades de cada paciente. Complemento la base científica y de probada eficacia de la Terapia Cognitivo Conductual, con los últimos descubrimientos en Terapias Contextuales, principalmente Mindfulness, Terapia de Aceptación y Compromiso, y Terapia Dialéctico Conductual. Trabajo conociendo en profundidad cada caso, cada obra, cada papel, y te apoyaré en cada noche de estreno.
Juntos repasaremos guiones de otras temporadas, diálogos, protagonistas… Bajo los focos del ahora verás con claridad tu vida, lo que quieres y quién eres.
Estoy seguro de que te convertirás en el autor de tus propias líneas. ¿Te apetece que hablemos?
