Asertividad: 6 consejos para ser más asertivo

Asertividad: 6 consejos para ser más asertivo ?

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La asertividad es una asignatura pendiente para muchos. Y, sin duda, es muy probable que a la mayor parte de las personas que conoces desearían ser más asertivos.

Es un hecho que, cuando nos expresamos libremente, nos sentimos mejor con nosotros mismos y con los demás. Además, existen numerosas investigaciones que relacionan la falta de asertividad con diversos problemas psicológicos, como el estrés laboral, la depresión o la baja autoestima.

Si no sabes exactamente qué es la asertividad, en este artículo te lo explico de manera clara y, además, hago una recopilación de los principales derechos asertivos.

Si ya sabes en que consiste este concepto, puede que te hayas preguntado alguna vez qué puedes hacer para ser más asertivo. A lo largo de las siguientes líneas intentaré ayudarte a tener un poco más claro cómo conseguirlo.

Lograr la asertividad

La asertividad se enmarca en el área de las llamadas habilidades sociales. Pero, en este escenario, asertividad no significa buscar tener siempre la razón, ganar discusiones, o que los demás acepten todo lo que decimos.

Lo mejor es intentar encontrar una forma personal y propia de comunicarte con la que te sientas cómodo, haciendo valer tu derecho a tener una opinión, sin descuidar a los que te rodean.

El equilibrio

El equilibrio significa encontrar un punto de intersección, una fórmula en la que mezclar esos dos componentes diferentes, pero complementarios, sin anularse el uno al otro. Encontrar el punto justo entre defender tus derechos y respetar los derechos de los demás es la clave.

Como psicólogo, soy consciente de las dificultades que existe conseguir este delicado equilibrio, pero puedo ofrecerte algunos consejos, como punto de partida para conseguirlo.

¿Cómo puedes mejorar tu asertividad?

La asertividad es una cualidad que tienes que trabajar día a día. La práctica hace al maestro, y en este caso es importante buscar momentos para practicarla. Para ser asertivo, deberás enfocarte  hacia dos espacios, aprendiendo a relacionarte contigo mismo y con los demás.

Consejos para relacionarte contigo mismo

  1. Sigue tu propio ritmo: ve paso a paso y no te presiones, porque no es necesario alcanzar la meta en un solo día. Empieza por algo pequeño y avanza, siguiendo tus tiempos, hacia algo más grande. No es una carrera, sino un camino por el que transitar hasta el cambio. La vida diaria está llena de situaciones cotidianas que puedes utilizar para entrenar tu asertividad. Imagínate en el supermercado, esperando en la cola para pagar en la caja. De repente, una persona se cuela. Quizás, veas la situación como una amenaza, una posibilidad de conflicto. Pero también puedes verlo también como una oportunidad para decir “no” y poner en valor tus derechos. Prueba a decir en tono firme, seguro y educado: “Disculpe, yo estaba antes”, verás cómo te sientes mejor.
  2. Mira en tu interior: conócete, porque saber bien cuáles son tus sentimientos y opiniones es el primer paso. Si no tienes claras tus ideas, será difícil que puedas exponerlas. No olvides que, del mismo modo que con los demás, también es conveniente ser claro con uno mismo. A veces, podemos estar confusos sobre qué pensamos realmente, acostumbrados a seguir las opiniones de los demás. Tómate tu tiempo para aprender a conocerte. La práctica de la meditación Mindfulness puede ser de gran ayuda para aprender a estar en paz con nosotros mismos.
  3. Piensa bien de ti mismo: pensar bien de uno mismo pasa por mirarse con buenos ojos, y no quitarte valor ni a ti mismo ni a tus ideas. Si es necesario, recuérdate a diario que tienes derecho a pensar y a sentir cómo quieras y, lo que es más, a expresarlo. Repasa todos los días los Derechos asertivos, hasta que te los aprendas de memoria, si hace falta. Puede que estés acostumbrado a convivir con ciertos pensamientos negativos hacia ti mismo. Pero no hay plaza para ellos en este viaje hacia la asertividad.

Pensamientos del tipo «No hago nada bien» o «Mis ideas son tonterías», por ejemplo, funcionan como bloqueadores de la asertividad. Si tú mismo no te otorgas el derecho a tener ideas propias, será difícil que puedas expresarlas ante otros. ¿No crees?

Consejos para relacionarte con los demás

  1. Practica la empatía: escucha al otro y respétalo. Recuerda que nuestros derechos conviven con los derechos de los demás, y todos tienen el mismo valor. A estas alturas del texto, ya te habrás dado cuenta de que la empatía debe ser un ingrediente principal de tu receta para la asertividad. Y así es. La empatía es una de las cualidades más importantes que debemos incluir en nuestras relaciones personales. Saber escuchar, respetar y dar valor al que tenemos enfrente, son los adoquines necesarios para pavimentar un espacio de diálogo claro y seguro.
  2. Aprende a decir no: la palabra ‘no’ puede resultar muy difícil de pronunciar. Pero lo cierto es que nuestra asertividad falla, muchas veces, cuando nos piden algo, porque negarse se asocia como algo negativo. Desde pequeños nos transmiten frecuentemente que aceptar, transigir o ceder son acciones positivas, porque contentan a los otros. Pero ese tipo de comportamiento a veces termina creando un cúmulo de resentimientos y culpabilidades. Una relación sana es aquella en la que nos sentimos libres para mostrar cómo somos y qué pensamos. Y ese debe ser un camino que discurre en una doble dirección. Tú no eres responsable de cómo tu negativa influye en el otro, y eso no debe crearte una sensación de obligación, ni de culpabilidad.
  3. Habla con claridad: los rodeos son enemigos de la asertividad. Cuando no expresas claramente lo que quieres o lo que piensas, es posible que ocurran malentendidos. Así, muchas veces puede entenderse algo que realmente no quieres decir, o es posible que lo que dices sea malinterpretado. Haz uso de tu voz y tu lenguaje corporal para enfatizar la claridad de lo que expresas.

Ahora te toca a ti

Como psicólogo, puedo ayudarte a dar los pasos necesarios para hallar tu propia receta para la asertividad: escuchándote a ti mismo, a los demás, y practicando cada día.

No te rindas. Si persistes, poco a poco irás notando cómo lo estás consiguiendo. Juntos, trabajando en mi consulta en las Palmas, averiguaremos cuáles son los ingredientes perfectos para ti. 

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Guillermo Orozco

Guillermo Orozco

Psicólogo en Las Palmas de Gran Canaria. Graduado por la UNED y Máster en Psicología General Sanitaria por la Universidad Autónoma de Madrid. Especialista en trastornos de ansiedad y trastornos del estado de ánimo. Experto en Terapia de Pareja y Terapia Online.

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