BIENESTAR psicológico: ¿Qué es y cómo conseguirlo?

Bienestar psicológico: ¿Qué es y cómo conseguirlo?

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Todos buscamos sentirnos bien, ese bienestar psicológico que nos acerca a la felicidad. Pero la vida es un camino lleno de obstáculos, con momentos muy complicados que pueden llegar a desbordarnos. Por eso es tan importante tener una buena gestión emocional, para aprender de lo malo, exprimir al máximo lo bueno y encontrar un buen equilibrio.

¿Qué es el bienestar psicológico?

El bienestar psicológico es un concepto complejo sobre el que la filosofía lleva siglos debatiendo. Para filósofos como Aristóteles, el bienestar derivaba de una vida virtuosa; para los epicúreos era la ataraxia o ausencia de deseo; para los estoicos era la aphateia o la indiferencia, y para Lao Tzu, era vivir en el absoluto presente.

Hoy día se plantea que el bienestar psicológico está relacionado con la manera en la que afrontamos la vida y los retos que esta nos presenta. Se trata de un conjunto de sensaciones y percepciones que no tienen por qué estar relacionadas con la satisfacción de nuestros deseos personales o con experiencias placenteras. Tiene que ver con sentirse bien, en líneas generales; en sintonía con los propios valores, las motivaciones y el estilo de vida, y con tener el equilibrio emocional adecuado para encarar el día a día.

Tener estabilidad económica, buena salud y un ambiente agradable, es imprescindible para sentirnos bien, pero la realidad es que nuestras percepciones subjetivas también juegan un papel importante en dicho bienestar. ¿Cuántas personas conocemos que aparentemente lo tienen todo, pero aun así viven sumidas en la infelicidad? Y es que el bienestar psicológico está muy relacionado con la capacidad de cada uno de afrontar las dificultades del día a día con buen talante y positividad para poder desarrollar nuestras capacidades y seguir creciendo como personas.

Sin embargo, no siempre es fácil conseguir este tipo de percepción, que solo puede darse cuando el funcionamiento psicológico está equilibrado y existe un diálogo interno positivo y amable, y una correcta gestión emocional. A veces incluso la buena salud física está relacionada con ese equilibrio del que deriva el bienestar. Por lo tanto, podríamos decir, que la plenitud o el bienestar es una percepción individual que incluye elementos sociales, psicológicos y emocionales. Está muy relacionado con factores como la salud y la estabilidad psicológica, pero también con la autonomía, la autoaceptación o la residencia. Se trata de superar las dificultades cotidianas de forma optimista, y de manejar las situaciones difíciles y dolorosas de forma adecuada.

Pautas para conseguir bienestar psicológico

Estos son algunos pasos importantes para conseguir el bienestar psicológico.

Aceptarse a uno mismo

Es un primer paso tan sencillo como complicado. Consiste en aceptarnos tal cual somos, incluyendo nuestro cuerpo, nuestras decisiones y nuestras emociones. Aceptarse no implica tener una actitud inmovilista, todo lo contrario. Las personas con una mayor autoadaptación tienen mayor facilidad para tener una actitud positiva hacia ellas mismas. Esto significa que son capaces de reconocer con cierta perspectiva los diferentes aspectos de su personalidad, tanto los positivos como los negativos, algo que les permite aprender mejor de los errores y seguir mejorando cada día.

Crear vínculos de calidad

Numerosos estudios han comprobado que una vida social activa y positiva es beneficiosa para la salud, física y mental. Pero es fundamental establecer lazos con personas positivas que nos aporten, que nos inspiren, que nos contengan y que nos estimulen. Por el contrario, hay que alejarse de las relaciones que no sean sanas, donde haya dinámicas de manipulación o falta de empatía. También hay que saber aceptar que no podemos caerle bien a todo el mundo, por lo tanto, hay que saber elegir a aquellos que nos aprecian de verdad y con quien nos sentimos cómodos y cuidar con cariño esos vínculos tan valiosos.

Tomar decisiones propias

La autonomía es fundamental para alcanzar el bienestar psicológico, y ello pasa por ser capaz de tomar decisiones propias. Incluso si esas decisiones implican nadar contra corriente. Mantenerse firme en los principios de uno mismo está relacionado con la autoestima y la autoaceptación. Sin embargo, a veces podemos dejar de lado nuestras convicciones para encajar en las expectativas ajenas. Por eso es tan importante no dejarse influir y tener muy claro por qué estamos tomando determinadas decisiones.

Tener objetivos en la vida

Es importante establecerse metas que le den sentido a nuestra vida y nuestras decisiones diarias. Esto nos proporciona una especie de brújula que nos ayuda a saber hacia donde tenemos que dirigir nuestra vida. Claro que es importante que dichos objetivos sean realistas y alcanzables para no vivir presos del estrés y la frustración. Tampoco tienen por qué tratarse de grandes metas a largo plazo, porque no todo el mundo tiene un claro objetivo en la vida. Pueden ser cosas tan sencillas como leer dos libros este mes, aprender una nueva habilidad o ahorrar dinero para hacer ese viaje soñado.  

Llevar una vida sana

El bienestar psicológico está muy relacionado con la salud y, por lo tanto, con nuestros hábitos. Está comprobado que cuidarnos nos hace sentir bien en todos los sentidos. Respetar las horas de sueño y descanso, por ejemplo, es fundamental para ser eficiente y disfrutar de un mejor humor, mayor claridad mental y energía para hacer cosas. Lo mismo ocurre con la dieta. Una alimentación rica en nutrientes puede incluso revertir algunas enfermedades, además de favorecer que cuerpo y mente funcionen correctamente.

Buscar el crecimiento personal

El crecimiento personal es el hecho de aprender de las experiencias vividas y desarrollar la resiliencia, al mismo tiempo que potenciamos nuestras capacidades para disponer de todas las herramientas posibles para afrontar las dificultades de la vida. La terapia psicológica es una gran opción para este tipo de desarrollo interior. No es necesario estar pasando por una crisis vital para pedir el apoyo de un psicólogo. Es una alternativa que tenemos siempre disponib