¿Cómo Afrontar la Pérdida de un Ser Querido?

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ALGUNOS CONSEJOS PARA AFRONTAR EL DUELO

Se acercan fechas señaladas y, muchos de nosotros, vamos a sentir la ausencia de un ser querido. Es normal mostrarse melancólico al recordar a los que ya no están entre nosotros. Ya sea un familiar, un amigo o una pareja, cuando una persona nos falta, muchas veces nos cuesta afrontar esa pérdida.

La aflicción tras el fallecimiento de un ser querido es una reacción normal y hay que aceptarla. Es entonces cuando estamos atravesando un duelo. Cuando no somos capaces de aceptarlo o nos cuesta demasiado, hablamos de un duelo complicado e, inclusive, patológico.

Hablemos del tipo de duelo que hablemos, tenemos que enfrentarnos a una serie de etapas o procesos.  Si bien es cierto que no son los mismos para todos los individuos, son comunes en su mayor parte. Entendemos que cada persona es diferente y vive su dolor de forma muy personal, aun así, las etapas fundamentales serían:

ETAPAS DEL DUELO

Negación

En muchas ocasiones, por extraño que parezca, resulta más fácil negar el fallecimiento. Podemos hacerlo de forma explícita, negando de manera directa la muerte, como no explícita, verbalizándolo, pero no actuando como tal. Sea del modo que sea, la negación no puede soportarse de forma indefinida y, finalmente, abandonaremos esa etapa.

Ira

En esta fase experimentamos ira causada por la frustración que nos produce saber que no podemos revertir el fallecimiento. El duelo provoca una tristeza muy honda porque sabemos que la muerte no es reversible. No podemos encontrar un culpable y no se puede hacer nada para arreglar dicha situación.

Muchas veces sabemos que no es justo, que no está bien, pero resulta inevitable tener estallidos de ira. En ocasiones descargamos esa rabia en personas o animales que, obviamente, no tienen culpa de nada, pero sentimos que es necesario.

Negociación

Ésta es otra etapa breve puesto que no encaja con la realidad. Resulta extenuante estar buscando soluciones para solventar el “problema”. Ya sea antes del fallecimiento o después del mismo, tratamos de negociar a cualquier precio para revertir el óbito.

En este proceso, soñamos con la idea de pactar con cualquier entidad sobrenatural para evitar el fallecimiento. Podemos especular con la idea de cambiar de vida, de ser mejores a fin de que la muerte no ocurra. Creamos una ficción creyendo que podemos impedir que el fin llegue.

Depresión

En este punto debemos aclarar que no hablamos de una depresión como trastorno mental, sino como algo similar. Dejando de lado las fantasías, seremos conscientes del vacío causado por el ser amado que ya no está.

En esta etapa experimentamos una inmensa tristeza que no se puede paliar con ideas ilusorias. Es muy normal afrontar una crisis existencial al considerar que la muerte es algo irreversible. Muchas veces sentimos la falta de estímulos para seguir viviendo sin esa persona tan querida. Afrontamos una tarea doble: aceptar que ya no está y empezar a subsistir en una realidad marcada por esa ausencia.

En esta etapa es habitual querer estar solo, aislarse e, incluso, sentirse cansado y abatido.

Aceptación

Esta es la etapa final en la que aceptamos la muerte de la persona querida. Aprendemos a seguir viviendo con esa ausencia y aceptamos ese sentimiento de superación. Esta fase se origina porque se va apagando la huella del dolor emocional. Aun así, no hay que olvidar reestructurar las ideas que constituyen nuestro esquema mental.

Al principio, en esta fase, sentimos el cansancio y la falta de sentimientos profundos. Con el tiempo, vuelve la capacidad de sentir alegría y placer hasta que puede llegar a instalarse, nuevamente, la normalidad.

UN CAMINO PARA LA SUPERACIÓN

Como hemos podido observar, el duelo se va trasformando a medida que madura nuestra forma de enfrentarnos a esta vivencia.

Para superar una pérdida nos toca admitir que, desde ese momento, tendremos que vivir en un mundo diferente.

En muchas ocasiones existe la posibilidad de reconciliarse con esta nueva realidad y seguir adelante. Si se nos hace muy cuesta arriba, quizás, podemos solicitar la ayuda de un profesional. Lo que tenemos que saber es que la clave está en esforzarse y dedicar tiempo a aceptar la nueva situación. Entendiendo que no todo el mundo es capaz de afrontar el duelo por sus propios medios, podemos tener en cuenta lo siguiente.

CONSEJOS PARA AFRONTAR LA PÉRDIDA

  • Acepta el curso del duelo. El duelo es un proceso y, como hemos visto, en la mayoría de los casos, se supera. No te culpes por sentirte triste o por no encontrar fuerzas para seguir adelante.
  • Acepta tu sentir. Cada persona es única y, por ende, todos sentimos de diferente forma. Acepta tu forma de sentir sin juzgarte. Si estás triste, si te sientes enfadado o no, acepta lo que sientes en cada momento, no te juzgues porque no sea lo que todo el mundo espera.
  • Habla de tus sentimientos. Comunícate. Expresa lo que sientes sin vergüenza o miedo con alguien de confianza e, incluso, con un profesional si lo crees necesario.
  • Llorar puede ayudar. El llanto puede provocarte una sensación de liberación que te ayude a descargar la ansiedad y frustración típicas en este proceso. Llora si lo necesitas.
  • Cuídate. Prueba a mantener una rutina, come sano, haz ejercicio suave, dedícate tiempo. Quizás te ayude, aunque te sientas sin ganas o decaído.
  • Busca ayuda profesional. Si te ves incapaz de afrontar esta nueva realidad solo, busca ayuda. Los especialistas pueden ayudarte a colocar la nueva situación e impulsarte a superar esta etapa.
  • Tómate tu tiempo. Cada persona toma el tiempo necesario para irse encontrando mejor. No te presiones si tardas más o menos.
  • Sigue adelante. Tras una muerte, tendremos que asumir nuevos roles desconocidos para nosotros. Debemos aceptar que la persona querida ya no está y enfrentarnos a un nuevo concepto de nosotros mismos.

COMPLICACIONES EN EL PROCESO DE DUELO

A pesar de los consejos y el tiempo transcurrido, en ocasiones, este proceso se dilata y es necesario recibir ayuda profesional.

Si el duelo se intensifica hasta el punto en que una persona se siente tan desbordada que no avanza. Si recurre a conductas desadaptativas, por ejemplo, beber o consumir sustancias estupefacientes, puede que tengamos que hablar de un duelo complicado. Cuando nos enfrentamos a este tipo de complicaciones, precisaremos ayuda terapéutica.

En estos términos, la clasificación que podemos hacer del duelo complicado es la siguiente:

Duelo exagerado

Tras la pérdida, la persona se siente tan desbordada que recurre a ciertas conductas nocivas. Quizás se centre de forma obsesiva en el trabajo, salga de forma desordenada o, incluso, consuma drogas. Cualquier cosa que le permita sobrellevar el dolor. En este proceso, se puede desarrollar algún trastorno de ansiedad y/o depresión.

Duelo enmascarado

El individuo desarrolla problemas psicopatológicos como ansiedad, trastornos alimentarios, etc. Quizás muestre síntomas similares a los sufridos por el fallecido antes de morir. En este caso, no es consciente de que su molestia tenga que ver con el duelo no resuelto.

Duelo retrasado o pospuesto

Después del fallecimiento, el individuo experimenta prácticamente todas las emociones descritas anteriormente. Puede que no con toda la intensidad que necesitaba y, pasado un tiempo, vuelve a experimentarlas tras un acontecimiento puntual. La herida vuelve a abrirse y, quizás, reviva emociones o se intensifiquen.

Duelo crónico

Transcurre más de un año y la persona siente que el duelo no finaliza. No acepta su nueva vida ni el dolor o la ansiedad que le genera recordar la pérdida.

Si una persona se identifica con alguno de estos procesos, probablemente necesite ayuda profesional. Un psicoterapeuta puede ayudarle a sobrellevar la pérdida y a realizar las tareas que no haya sido capaz de afrontar el individuo por sí solo.

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Guillermo Orozco

Guillermo Orozco

Psicólogo en Las Palmas de Gran Canaria. Graduado por la UNED y Máster en Psicología General Sanitaria por la Universidad Autónoma de Madrid. Especialista en trastornos de ansiedad y trastornos del estado de ánimo. Experto en Terapia de Pareja y Terapia Online.

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