¿Cuántas veces te has encontrado postergando tareas importantes hasta el último minuto?
Esa maratón de estudio justo el día antes del examen… las horas sin dormir preparando esa complicada presentación para la reunión del lunes…
A todos nos ha pasado en algún momento. Pero si este hábito se convierte en una constante, puede afectar seriamente nuestra productividad, aumentar nuestros niveles de estrés y generar sentimientos de culpa y frustración.
Esta tendencia a retrasar actividades o situaciones que deben atenderse y sustituirlas por otras más irrelevantes o agradables se conoce como PROCRASTINACIÓN.
Pero… ¿Por qué, sabiendo que esta tendencia es altamente perjudicial, seguimos sumergiéndonos en ella irremediablemente?
¿Por qué a pesar de saber que debemos hacer algo importante, posponemos su realización hasta el último minuto?
En este artículo exploraremos la psicología detrás de la procrastinación, analizando las causas emocionales más comunes de este hábito. También os daré algunas claves muy útiles para superar esta tendencia.
Así que, si eres de los que luchan contra la procrastinación, sigue leyendo para descubrir cómo puedes superar este hábito y mejorar tu calidad de vida.
CAUSASPSICOLÓGICAS DE LA PROCRASTINACIÓN
La procrastinación puede tener múltiples causas, y a menudo es el resultado de una interacción compleja entre factores psicológicos, biológicos y ambientales.
A continuación, vamos a repasar algunas de las causas psicológicas más comunes que nos llevan a desarrollar este nocivo hábito:
Causas psicológicas de la procrastinación: Problemas de Ansiedad
Está comprobado que niveles altos de ansiedad pueden ser una de las principales causas de la procrastinación.
Cuando nos enfrentamos a una tarea que nos resulta difícil, compleja o estresante, podemos experimentar un nivel elevado de ansiedad que nos hace posponer la tarea para evitar el malestar emocional que nos genera.
Este patrón de evitación puede convertirse en un hábito que nos lleva a procrastinar regularmente.
Causas psicológicas de la procrastinación: Perfeccionismo
El perfeccionismo también puede ser un factor que contribuye a la procrastinación.
Si tenemos altas expectativas sobre nuestro desempeño o si somos muy críticos con nosotros mismos, podemos tener miedo de fracasar o de no hacer las cosas perfectamente.
Esto puede llevarnos a postergar una tarea hasta que tengamos la seguridad de que podremos hacerla de manera impecable, lo cual puede ser un obstáculo para avanzar en nuestra productividad.
Causas psicológicas de la procrastinación: Falta de motivación
La falta de motivación suele ser otra causa de la procrastinación, ya que, no en pocas ocasiones, nos vemos en la obligación de realizar tareas que no queremos hacer.
Por consiguiente, si no encontramos una motivación clara para realizar una tarea, podemos sentirnos desinteresados o aburridos, lo cual puede hacernos postergar la tarea para hacer cosas más gratificantes.
Causas psicológicas de la procrastinación: Falta de habilidades de gestión del tiempo
La procrastinación también puede ser el resultado de no tener habilidades efectivas de gestión del tiempo.
De hecho, me encuentro frecuentemente en consulta con personas que realmente no son conscientes del paso del tiempo, y que por mucho que lo intentan no terminan de interiorizarlo.
Si no sabemos cómo planificar nuestras tareas o cómo establecer prioridades, podemos sentirnos abrumados y perdidos, lo que puede llevarnos a posponer las tareas para no enfrentarnos a la complejidad de la organización.
Es importante recordar que estas causas psicológicas no son las únicas que intervienen, y que pueden interactuar de diferentes maneras para generar la procrastinación.
Por ejemplo, la ansiedad y el perfeccionismo pueden combinarse para generar un círculo vicioso en el que nos sentimos angustiados por las expectativas que tenemos sobre nosotros mismos y evitamos las tareas para evitar la ansiedad.
Conocer estas causas es un primer paso importante para superar la procrastinación y aumentar nuestra productividad.
En el siguiente punto exploraremos algunos consejos prácticos para combatir la procrastinación de una forma eficaz.
Consejos prácticos para superar la procrastinación
Superar la procrastinación puede parecer un reto difícil, pero existen estrategias efectivas que podemos aplicar para aumentar nuestra productividad y disminuir la tendencia a postergar las tareas.
El primer consejo es identificar las causas de tu procrastinación:
Como vimos en el punto anterior, la procrastinación puede tener múltiples causas, y es importante identificar cuál es la tuya.
Si descubres que tu procrastinación se debe a la ansiedad, al perfeccionismo o a la falta de habilidades de gestión del tiempo, podrás desarrollar estrategias específicas para abordar estas causas.
El segundo consejo es intentar establecer metas y objetivos claros:
Una forma efectiva de combatir la procrastinación es establecer metas y objetivos claros y específicos.
Si sabes exactamente lo que quieres lograr y en qué plazo, será más fácil planificar y llevar a cabo las tareas necesarias para alcanzarlo.
Otro consejo muy útil es utilizar técnicas de planificación y organización:
Si te cuesta organizarte o priorizar tus tareas, existen técnicas efectivas como el método Pomodoro o la matriz de Eisenhower, que te pueden ayudar a planificar tu tiempo y a establecer prioridades.
La técnica Pomodoro es un método de gestión de tiempo que sugiere trabajar en intervalos de 25 minutos, sin interrupción ni distracciones, y añadir tiempos de descanso de 5 minutos. Su objetivo es establecer metas y mejorar la productividad.
La matriz de Eisenhower es una herramienta de gestión de tareas que te ayuda a organizar y priorizar las actividades según su urgencia e importancia.
Con esta herramienta divides tus tareas en cuatro cuadrantes en función de cuáles realizarás primero, cuáles programas para más tarde, cuáles delegarás y cuáles eliminarás.
El cuarto consejo sería aprender a lidiar con la ansiedad y el estrés:
Si la ansiedad o el estrés son causas importantes de tu procrastinación, es importante aprender técnicas efectivas para manejar estos estados emocionales, como la meditación, el yoga o la respiración profunda.