Hoy tengo el honor de poder charlar con Tony Sánchez, ella es una persona tremendamente valiente que ha luchado durante más de 30 años contra el monstruo de la agorafobia.
La agorafobia es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por un miedo intenso y persistente a situaciones o lugares donde la persona percibe que escapar o recibir ayuda, en caso de una emergencia, sería difícil o embarazoso. Estos lugares o situaciones suelen incluir espacios abiertos, multitudes, transportes públicos, o incluso estar fuera de casa sin compañía. La agorafobia puede ser debilitante y limitar significativamente la vida cotidiana del individuo que la padece.
La relación entre la agorafobia y los ataques de pánico es estrecha ya que, en muchos casos, la agorafobia se desarrolla como una consecuencia de los ataques de pánico recurrentes. Los ataques de pánico son episodios de ansiedad intensa que surgen de manera abrupta, alcanzando su máxima intensidad en pocos minutos, y están acompañados por síntomas físicos y cognitivos notables. Los síntomas físicos pueden incluir palpitaciones, sudoración, temblores, dificultad para respirar, sensación de ahogo, mareos o desmayos. A nivel cognitivo, la persona puede experimentar miedo a perder el control, a morir o a volverse loca.
Cuando alguien experimenta ataques de pánico en ciertos lugares o situaciones específicas, comienza a asociar esas situaciones con la aparición de los ataques. Para evitar los ataques y la angustia que generan, la persona desarrolla una evitación progresiva de esos lugares o situaciones temidas. Con el tiempo, esta evitación se vuelve más intensa y generalizada, dando lugar al trastorno de agorafobia.
